sábado, 19 de octubre de 2013


Desde que tu llegaste, no olvidé uno solo de tus gestos, una sola de tus preguntas, tus diferentes tonos, cuantas veces parpadeaste, cuantas te enojaste, cuantas frunciste el ceño, si manejabas mejor el brazo izquierdo o el derecho, cuando mirabas de frente, cuando de reojo o simplemente cuando esquivabas mi mirada... Si te murieras de repente, solamente porque yo te observé con tal detención y por tanto tiempo que ya eres un recuerdo en mi, no fallecerás nunca, no mientras yo no muera sin hablar a nadie de ti.
Yo quiero recordar. Todo. la sobrevivencia es un problema de memoria...


No hay comentarios:

Publicar un comentario