Hacía mucho que no lo veía, y bueno, llegó el día..vi sus años, sus canas hasta su memoria olvidadiza, ya no era el de antes..pero seguía fuerte, incólume, cabeza erguida, ojos orgullosos y su espalda derechita como diciendo cargo con dignidad mi historia y no llevo peso del que avergonzarme..nos reímos mucho, y es que la política y as mujeres son todo un tema, sobre todo cuando de hablar mal se trata. Se nos fue la tarde y con eso también el vino (añejo obvio) que le lleve de regalo que por cierto yo con mucho empeño ayudé a consumirlo..Y me abrazó, y con una voz bien tímida y una mirada que no le quitara su hombría me dijo "te quiero"..con el esfuerzo que hizo, sin duda, si me quiere..
Y es que en la vida hay cosas tan, pero tan importantes... y son justamente esas, las que no les importa a nadie..
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